Por Alejandra Becco
En Kabarnet, Kenia, existe una escuela que enseña a los niños a convivir pacíficamente y a respetar la biodiversidad. Fundación FEPAIS está presente con propuestas didácticas relacionadas con el arte y la cultura, con la colaboración de Gonzalo Alvarez y su proyecto Bio.

Gonzalo Alvarez Proyecto Bio
Baringo es un condado de Kenia, África, ubicado en el Gran Valle del Rift, una extensa fractura geológica conocida como la cuna de la humanidad por la gran cantidad de fósiles de homínidos que se hallaron en la región, lo que aportó al conocimiento sobre la evolución del hombre. Este es el territorio de diferentes comunidades (aproximadamente unas 47): Tugen, Pokot, Endorois, Agikuyu, Turkana, Nubians e Ilchamus, pueblos muy cuidadosos de sus tradiciones, que solían pelear entre sí para que no se mezclen sus culturas y por los recursos naturales, muy escasos especialmente en determinadas épocas del año.
En la capital de Baringo, Kabarnet, un pequeño pueblo ubicado en una zona montañosa, al norte del gran valle, nació y vive John Tilji Menjo. Este trabajador social, escritor, artista, promotor de la cultura y de la paz, estudió en dos universidades de la India (Bhopal y Goa) sociología, ciencias políticas, literatura en inglés, patrimonio cultural indio y obtuvo el título de Bachiller en Artes. También es el autor del libro “Lágrimas de los niños palestinos a Dios”, fruto de los testimonios que recogió en los campos de refugiados dentro y fuera de Palestina. Toda su experiencia y su pasión lo llevaron a liderar el proyecto Kabarnet-Kenya Ciudad de la paz con el objetivo de propiciar el intercambio pacífico entre los pueblos originarios, y, especialmente a fundar y dirigir el Eco-learning Cultural Center, centro destinado a emprender proyectos de colaboración e intercambio entre diversas culturas y a unir a través de su arte a todas las comunidades, a favor de la paz y la convivencia armónica. “Uso mi experiencia en el arte y la cultura en mi trabajo para ayudar a los niños a crear arte por la paz y la conservación de la biodiversidad”, cuenta John.






John Tilji Menjo y Arte por la Paz
Los Ilchamus y el “Children Center After-School”
En Kabarnet predomina la tribu Ilchamus (una sub-tribu de los masai). Los Masai son una comunidad nómade que cría ganado y tiene su propio dialecto, sus tradiciones y cultura.
Los masai viven en armonía con la naturaleza. La vida salvaje es protegida por leyes que también rigen y limitan la poda y la tala de árboles y lo que pueden cazar. El gobierno controla las actividades que invaden las áreas salvajes, creando espacios de conservación y safari.
La vida en esta comunidad está alejada del confort y la tecnología. Todos los días, por la mañana y por la tarde, las mujeres ordeñan el ganado, buscan agua del río, lavan la ropa, recogen la leña y también cocinan y cuidan de la familia. Los hombres atienden el ganado que es su patrimonio: el valor de un masai se mide por la cantidad de ganado, esposas e hijos que tiene.
Los niños van a la escuela aunque solo el 48% completan su escolarización a pesar que la educación hasta el nivel secundario es gratuita. Esto ocurre por el excesivo trabajo que deben realizar en sus casas y por antiguas tradiciones culturales que se siguen practicando y alejan a los niños de la educación.
En 2018, cuando se convirtió en miembro de International Cities of Peace (Ciudades de la paz internacional), John Tilji creó una escuela para la convivencia pacífica. Su objetivo fue comenzar a fomentar la paz entre los niños de tribus enfrentadas y así trabajar para crear lazos profundos entre las comunidades, y lograr que consideren poco atractivos los conflictos continuos.


Masai
Comenzaron registrando a las autoridades relevantes y armando una estructura organizacional donde cada participante debía tener un rol a cumplir. Luego, identificaron a los beneficiarios del proyecto que debían provenir de las escuelas y de la comunidad cercanas.
La escuela funcionaba en un espacio prestado dentro del Museo de Kabernet, se llamaba “Children’s Center After-school”, Centro infantil para después de la escuela, y, por entonces, concurrían 13 niños y 17 niñas, de entre 6 y 17 años, que llegaban desde 20 escuelas de la zona. Los días de semana, los encuentros eran de dos horas y comenzaban a las 3:00 pm; los fines de semanas eran más extensos, de tres horas, y arrancaban a las 9:30 am. El programa les comenzaba a enseñar a entender cómo pueden vivir juntos y a conocerse entre sí para agregar valor a su diversidad.
A partir de estos encuentros, los niños empezaron a tener la oportunidad de compartir sus historias y expresarse a través del arte. Aquellos primeros docentes de la escuela procedían del corazón de la comunidad: maestros, adultos mayores, jóvenes, custodios de sitios sagrados, herboristas, conservacionistas de semillas, cazadores, apicultores, todos tenían y tienen un rol en la enseñanza.
La escuela mantenía sus actividades con la ayuda de la Fundación de Arte y Cultura del gobierno a través del pago del alquiler del cobertizo temporario que ocupaba en el Museo. Los niños llevaban sus propios materiales y los docentes donaban su tiempo. En ese momento no recibían ayuda económica, solo algún pequeño apoyo financiero de los líderes. La Cátedra UNESCO de estudios de paz, la Fundación Amity y la International Cities of Peace fueron quienes inicialmente apoyaron la iniciativa porque está en su área de interés: la paz.












Kenia
La Escuela de Paz hoy
Las necesidades del centro eran muchas: un espacio propio donde funcionaría la escuela de arte con un lugar para guardar herramientas de trabajo, un espacio comunitario alimentado a energía solar, conexión a internet, libros, computadoras, áreas de encuentro y un jardín floreciente. También necesitaban ser empoderados social y financieramente para poder educar a la comunidad mientras participaban en la construcción de la paz. A pesar de las carencias, John Tilji seguía pensando y trabajando en su misión: “Mi visión para el futuro es ver un centro multicultural que pueda promover con sustentabilidad el desarrollo artístico, económico y cultural de la comunidad de la región.”
Desde 2018, John está trabajando junto a diferentes instituciones que han colaborado en lograr los objetivos. La Unesco apoyó la respuesta al COVID-19, especialmente la instalación de estaciones de lavado de manos en Ciudad de la Paz, Kabarnet. El Rotary España pagó y sigue pagando los útiles escolares y dona dinero para el centro comunitario permanente al que se mudarán el próximo año.
La Fundación FEPAIS desarrolló la propuesta inicial de proyecto y los apoyó con el primer libro digital de paz que imprimieron para compartir con los niños. DK Books Korea fue el siguiente de sus patrocinadores. Los ayudaron a imprimir 31 series de libros sobre la paz.
Hoy la Escuela de Paz ya tiene un espacio propio, bajo un dosel de robles meru y acacias de corteza amarilla, donde 310 niños, de 5 a 18 años, de las tribus en guerra de los alrededores tienen la oportunidad de reunirse para aprender, jugar, crear, hacer jardinería, construir una comunidad y sanar.
John y su equipo les enseñan sobre su cultura, el ambiente y la paz a través del conocimiento indígena, la Ciencia y las artes curativas. Y ya se están preparando para mudarse el próximo año a un lugar más apropiado, con un gran jardín y una gran fuente de agua.
Sin dudas, el mundo necesita de muchos promotores por la paz como John Tilji, un hacedor que se entrega de cuerpo y alma, con su conocimiento y experiencia, a trabajar por la igualdad de oportunidades, la convivencia pacífica y la sustentabilidad. Y que, desde Kenia, se entrega en cuerpo y alma a su gran objetivo e invita a participar: “Estamos emocionados de traer varios entrenadores, mentores, expertos en educación para la paz y diseñadores de currículos de todo el mundo para que formen parte de esto. Brindaremos capacitación docente continua, diseño de programas, infraestructura necesaria y suministros operativos para ayudar a empoderar a la Escuela de Paz. ¡Ayúdennos a proporcionar un conjunto de herramientas de recursos para esta hermosa iniciativa! La infancia no esperará”.
Para apoyar este proyecto, por favor póngase en contacto con:
John Tilji Menjo, Founding Director
Eco-learning Cultural Centre
Kabarnet-Kenya
Email: [email protected]
Phone:+254708900488
Más información: [email protected]
Una nota periodística muy bien lograda.
La información justa, clara, atrapa , invita a la lectura y su contenido refleja un trabajo meticuloso de investigación.
La periodista, Alejandra Becco, logra comprometer la emoción para empatizar y admirar al líder de una comunidad que valora , trabaja, estudia y cuida con compromiso su lugar y todo su entorno de vida, porque John Tilji, ese hombre enorme, lidera ,ofreciendo herramientas,a los niños, haciendo foco en el arte, los valores,el respeto por la otredad y los vínculos amorosos de paz.
Las fotografías, llenas del color vibrante de Kenia, que ilustran la nota con destacada realidad llena de magia tiñe de magia la nota.
Gracias Susana por tus comentarios.
Una nota periodística muy bien lograda.
La información justa, clara, atrapa , invita a la lectura y su contenido refleja un trabajo meticuloso de investigación.
La periodista, Alejandra Becco, logra comprometer la emoción para empatizar y admirar al líder de una comunidad que valora , trabaja, estudia y cuida con compromiso su lugar y todo su entorno de vida, porque John Tilji, ese hombre enorme, lidera ,ofreciendo herramientas,a los niños, haciendo foco en el arte, los valores,el respeto por la otredad y los vínculos amorosos de paz.
Las fotografías, llenas del color vibrante de Kenia, que ilustran la nota con destacada realidad llena de magia tiñe de magia la nota.
Gracias Susana por tus comentarios.
¡Gracias Susana! Es así. John hace un trabajo enorme, de una entrega total en favor de los niños de Kabarnet y siempre orientado hacia la paz.
¡Gracias Susana! Es así. John hace un trabajo enorme, de una entrega total en favor de los niños de Kabarnet y siempre orientado hacia la paz.
¡Gran aporte! Poder aportar en sus costumbres culturales y mejorarlas para evitar conflictos ¡Trabajo valioso! Mis felicitaciones a todos por la gran tarea que llevan adelante!
¡Gran aporte! Poder aportar en sus costumbres culturales y mejorarlas para evitar conflictos ¡Trabajo valioso! Mis felicitaciones a todos por la gran tarea que llevan adelante!
Thanks everyone for your valuable support and contribution to this project in any way.
We have come far with FEPAIS, and many others have joined, and we are now a global institution. Thanks for the effort, skills and resources each one of the participants has put into our hands for the children of both Africa and Latin America.